Las localidades del Vinalopó, acantonamientos de la 109ª Brigada Mixta en organización

Primeramente, diremos que la 109ª Brigada Mixta no fue la primera unidad cuya base y lugar de emplazamiento se constituyó en Villena, fijada por el Ministerio de la Guerra. Allí anteriormente, la 19ª Brigada Mixta Nacional, se había formado bajo la responsabilidad del Estado Mayor de la División Territorial con plaza en Albacete.

Configurada mayoritariamente por fuerzas del Ejército de Voluntarios y las Milicias del 5º Regimiento, que se iban concentrando en dicha capital.

Este contingente militar había quedado en disposición para entrar en campaña, entre los días 25 y 30 de noviembre de 1936.

Origen y formación

La 109ª Brigada Mixta, se organizó a comienzos de la primavera de 1937, a lo largo de las localidades que forman las comarcas del río Vinalopó con cabecera principal en Villena (Alicante). Sus integrantes eran individuos pertenecientes al cupo de instrucción, de los años 1935, 1934, 1933 y 1932, así como los correspondientes al primero y segundo llamamiento del reemplazo de 1936.

Reclutas marchando hacia el lugar de su concentración.

Previamente, habían sido concentrados en sus Cajas de recluta correspondientes, entre el 15 y 17 de marzo. 3.148 soldados para ser repartidos entre sus cuatro batallones y planas mayores, escuadrones motorizados, baterías artilleras y servicios de municionamiento, Transmisiones y compañías mixtas de Zapadores, Intendencia y Sanidad.

Así lo indicaba la circular del Diario Oficial del Ministerio de la Guerra de 9 de marzo de 1937.

 

Estado de los contingentes que las Cajas dan a la Plana Mayor y Batallones de la 109ª Brigada Mixta

Cajas Brigada 109ª Total
  Plana Mayor Batallones  
Caja D   1.298 1.298
Caja N 7 934 941
Total 7 2.232 2.239

Estado de los contingentes que las Cajas dan a los escuadrones motorizados de la 109ª Brigada Mixta

Cajas Brigada 109ª Total
     
Caja D 125 125

Estado de los contingentes que las Cajas dan a las Baterías y Servicios de Municionamiento de la 109ª Brigada Mixta

Cajas Brigada 109ª Total
  Baterías Servicio de Municionamiento  
Caja D 60 112 172

Operadores de transmisiones, observados de cerca por dos tenientes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estado de los contingentes que las Cajas dan a las Secciones mixtas de Transmisiones y Compañías mixtas de Zapadores de la 109ª Brigada Mixta

Cajas Brigada 109ª Total
  Transmisiones Zapadores  
Caja D 95 233 328

Estado de los contingentes que las Cajas dan a las Compañía de Intendencia de la 109ª Brigada Mixta

Cajas Brigada 109ª Total
     
Caja D 153 153

Estado de los contingentes que las Cajas dan al Grupo de Sanidad de la 109ª Brigada Mixta

Cajas Brigada 109ª Total
     
Caja D 131 131

Contingente total que las Cajas dan a la 109ª Brigada Mixta

  Caja D Caja N Total
Brigada 109ª 2.207 941 3.148

El primer jefe nombrado para esta unidad, fue el teniente coronel Antonio Gil Otero, que el 18 de julio de 1936, era comandante mayor del Regimiento Albuera nº 16 de Lérida (D.O. Mº Guerra nº 68, 19 marzo 1937). Este fue destinado al Ejército del Este, y seguramente no llegó a presentarse en la ciudad cabecera de la Brigada. Fue reemplazado a principios de abril, por el mayor de Infantería, Luis Pedreño Ramírez (D.O. Mº Guerra nº 88, 12 abril 1937) que, al estallar la guerra, residía en Alcoy como capitán retirado por la Ley de Azaña.

Organización del 433º Batallón

645 Combatientes de la 46ª División. 40

Reclutas pertrechados con su equipo militar.

El día 20 de marzo de 1937, a las dos de la madrugada, se produjo la llegada a Villena, del contingente inicial de hombres del 433º Batallón, el primero de los cuatro que formaban la Brigada. Procedentes de la Caja de reclutas de Albacete, una de las dos de las que se nutrió esta unidad al comienzo. Fueron recibidos y alojados, en el cuartel que se había habilitado en el recinto de los Salesianos, por el teniente Carlos Poblador y el comisario de la Brigada, Ernesto Herrero Falagan.

Organizado con seis compañías numeradas de la 1ª hasta la 4ª, además de la de Ametralladoras y la de Eventualidades. También había una sección de especialidades donde estaban agrupados los hombres con oficio.

Al día siguiente, se incorporaron procedentes de la localidad de Villarrobledo (Albacete), los sargentos y cabos instructores que se iban a ocupar de adiestrar a la tropa. Unos días más tarde, también se incorporaron el comisario propiamente del Batallón, Ricardo Charlan Bravo y el capitán jefe del mismo, Julio Lobo Echemendia, que residía en Tarragona. Junto a ellos los tenientes Francisco Pérez Valles, Jesús Rives Martínez y Dionisio Hernández Alba.

En abril, su tropa, ya había comenzado la instrucción de tiro, así como la táctica por compañías. Aunque los oficiales no estaban todavía familiarizados con la técnica de los ejercicios de gimnasia, esta se practicaba diariamente.

También había empezado la instrucción con armas automáticas, así como la de los cuadros de mando.

Entre los supuestos tácticos que realizó la unidad como aprendizaje militar, preparó una organización defensiva en la localidad Campo de Mirra. También llevó a cabo una marcha de maniobra por la carretera de Villena a El Salse (Beneixama), con un objetivo táctico.

Para la preparación y desarrollo de las escaramuzas, aconsejaban dotar a los oficiales de los Batallones con alguna cartografía, con preferencia de la zona de sus respectivos acantonamientos, que por lo visto todavía faltaba.

No disponían tampoco, de las cornetas ni tambores necesarios para la instrucción, los actos del servicio, difundir órdenes, etc.

Organización del 436º Batallón

12 50

Plana Mayor del 436º Batallón de la 109ª Brigada.

El teniente Juan Pedro Fernández del Campo, cumpliendo cuanto disponía la Orden General de la Brigada, el 28 de marzo, procedió a la organización del 436º Batallón. Otro de los que componían la Gran unidad.

Trasladó la fuerza desde su lugar de concentración, la plaza de Villena, a la de Novelda, en donde quedó de servicio de guarnición. Como comisario accidental de la unidad, lo acompañaba Francisco Véliz. La gran mayoría de estos hombres, provenían de la segunda de las Cajas de las que se alimentaba la Brigada, la de Alcañiz, en Teruel. Por lo tanto, el acoplamiento de las fuerzas, ya no era tanto, como en un principio cabía esperar, por su ideología política sino, en función de su origen geográfico.

También realizaba marchas de resistencia y velocidad dentro de su programa de instrucción, desde la carretera de Novelda a Elche, hasta las proximidades de Canax o hasta Santa Bárbara. Otro día, desarrolló un simulacro, que consistió en la organización de una ofensiva, desde el pueblo de Baños de Orito, contra el enemigo, que se encontraba en Ventas de Agost. Volvió a repetir otra marcha de 30 kilómetros, desde Novelda hasta Elche.

Aspectos generales de la organización de la Brigada

Sabemos que, la 109ª Brigada, entre los días 8 al 12 de abril, ya tenía terminada la organización básica de todas sus unidades, vestidos los hombres y repartido el armamento, aunque la fuerza estaba aún sin filiar.

No se había designado todavía de forma oficial el mando principal de la Brigada, ni tampoco el de una gran parte de los de Batallón y de Compañía. Hasta ese momento se habían presentado un Mayor, cinco Capitanes y 37 oficiales, y no tenía todavía asignado un oficial médico.

Existía escasez general de subalternos y de clases. No estaban todavía completos los efectivos de reclutas que sufrían frecuentes cambios, por las consiguientes altas y bajas, por incorporaciones tardías o por destino a otros Cuerpos. Circunstancias determinantes para que la organización presentase algunos fallos que la perjudicaban e influían esencialmente en el retraso con el que se llevaba cabo el encuadramiento de las unidades.

6 Tropas de la 21ª Brigada Mixta en formación en una plaza del barrio madrileño de Usera 75

Tropas de un Batallón en formación haciendo instrucción.

Retraso que ya fue inicial, de seis a ocho días, por la lentitud de la concentración en las propias Cajas. Y que se acentuó por las causas indicadas, contribuyendo también a él, la carencia absoluta de medios de transporte para la distribución, entre los diferentes acantonamientos de la Brigada, del armamento, vestuario, utensilio y material diverso. Además, esta falta de vehículos, imposibilitaba la inspección de las fuerzas por el jefe en sus acuartelamientos, y el suministro de las comidas, que a veces se distribuían con dos y tres horas de retraso debido a la imposibilidad de acarrear los víveres.

El constante movimiento de fuerzas republicanas en la cuenca del Vinalopó, era vigilado por uno de los servicios secretos de los que disponía, por aquel entonces, el Ejército franquista, el SIFNE (Servicio de Información del Nordeste de España). En un informe del 18 de abril de 1937, recoge que “En Villena, Novelda, Sax y Elda hay constantemente de 800 a 1000 hombres practicando la instrucción en cada una de las localidades y sirviendo de lugar de reposo para los que regresan del frente. En Novelda están terminando una fábrica de municiones que empezará a funcionar a fines de mes”.

En realidad, a mediados de abril los reclutas presentados eran 2.501. De los hombres que faltaban, unos estaban pendientes de incorporarse y otra gran mayoría eran desertores en los primeros días, hasta que se incorporó en comisión, el Mayor Pedreño, nombrado comandante accidental de la Brigada, con dos oficiales que, junto al Comisario político, tomaron medidas aplicando fuertes sanciones contra los desertores que se iban presentando.

Esa actuación fue contrarrestada por otro jefe militar con cierto peso, el Mayor Agnelio Losada Gómez, que pertenecía al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y que llevando unos días en la Brigada se le responsabilizaba por realizar una labor derrotista.

La disciplina en general, no era la que debiera ser, no se cumplían los signos externos ni saludos marciales reglamentarios, pues masas de hombres que durante no pocos días habían estado huérfanos de mando, sin encuadrarse en una unidad, sin sentir acción coercitiva alguna, y sin tener una tarea, se habían acostumbrado a una moral relajada, reflejándose todo ello en perjuicio de la obediencia y subordinación debidas.

Contribuyó a ello la actuación de la CNT que obró perjudicialmente sobre la fuerza, con propagandas también derrotistas y desmoralizadoras, singularmente en Elda, donde habían colocado un altavoz frente al cuartel, mediante el cual exhortaban a la indisciplina. Se llegó a detener a un orador, que fue entregado a la policía, pero esta lo puso en libertad.

Como consecuencia de todo ello, se aconsejó quitar ese acantonamiento, y trasladar la fuerza a Petrel, pueblo inmediato a Sax, pero debido a la premura del tiempo no se debió llevar a efecto.

Los uniformes entregados en un principio habían sido de invierno, y apuntando ya el calor como sucedía, era mayor el riesgo de que, a medida que iban pasando los días, se acentuaran los casos de fatiga en la tropa, y así como previsión, ante el avance de la estación calurosa, se dotó a la fuerza de monos y prendas más ligeras que la de paño, para las ulteriores operaciones.

Ya se ha comentado más arriba que la unidad no disponía de oficiales médicos, y su enfermería aumentaba con pacientes que se atendían con reclutas estudiantes de medicina, pues los médicos civiles de los acantonamientos, alegando exceso de trabajo en los hospitales de sangre, no prestaban sus servicios debidamente a las fuerzas.

Otro problema que había que tener en cuenta y que gestionaban los servicios sanitarios, era el de que era preciso atender a los presuntos inútiles, resolviendo su situación, ya que si se les obligaba a practicar la instrucción, se originaban incidentes de carácter afectivo, aprovechados por los elementos perturbadores, y si se les eximía de ella, el resto de la tropa se desmoralizaba, ya que no faltaba quien buscara en supuestas enfermedades o inutilidades pretexto para burlar la instrucción.

Además, faltaban, no ya solo para cuando fuesen a salir hacia el frente, sino para el periodo de instrucción, en el que eran precisos, por si había ocasión de accidentes en ejercicios de tiro, materiales sanitarios (camillas, ambulancias, bolsas individuales de curación, botiquines de batallón y compañía, etc.)

Los enfermeros también eran necesarios para la vacunación de la tropa, a la cual todavía no se había procedido, puesto que no habían recibido los sueros necesarios.

74dispensario en la primavera de 1937 donde se vacuna a la población contra el tifus. (ABC. Ejército Popular llevó sistemáticamente a cabo campañas de vacunación 50

Dispensario en la primavera de 1937 donde se vacuna contra el tifus. Ejército Popular llevó sistemáticamente a cabo campañas de vacunación. ABC.

Este hecho traía como consecuencia que, ante el retraso acumulado que ya existía en la fuerza, para cumplir los plazos inevitables para recibir la instrucción militar, antes de ser destinado al frente, se acumularan, tras la obligatoria vacunación contra el tifus y la viruela, los días necesarios que, por la reacción fisiológica que se producía en los hombres, podían considerarse también como perdidos para la instrucción.

Circunstancia por la que se había solicitado un plazo ampliatorio que permitiera capacitar con garantías a los hombres, que se otorgó hasta el 30 de abril, entendiendo que los días que se aumentaban, aun y todo, eran inferiores en número al de los perdidos.

Así la Jefatura determinó, proceder a la rectificación de las fechas topes para las diversas fases de la instrucción, en la forma siguiente:

 

-Terminación de la instrucción de Compañía……………. el 21 de abril;

– Terminación de la instrucción de Batallón……………….. el 26 de abril;

-Instrucción de conjunto de la Brigada, con todos sus elementos, del 27 al 30 de abril, que ya se llevó a cabo en tierras extremeñas.

Es necesario un breve inciso para explicar que, durante el periodo de encuadramiento e instrucción militar de la unidad, se había estado proyectando una ofensiva republicana, que partiría de Extremadura para aislar Andalucía del territorio franquista.

El Plan P, como fue denominado, había sido diseñado por el general Vicente Rojo. Exigía la constitución de un nuevo Cuerpo de Ejército en el Frente Extremeño, el VII, que tenía su Cuartel General en la localidad pacense de Cabeza del Buey.

Agrupaba a las divisiones 36ª y 37ª, que cubrían los frentes toledano y extremeño, respectivamente.

La División 37ª en un principio se componía de las tres Brigadas Mixtas, que se ubicaban en el Nordeste de la provincia de Badajoz, la 20ª, la 63ª y la 91ª. Pero la 109ª apareció para participar en la ofensiva antes aludida desde Levante, y permaneció en este frente durante toda la guerra, tras la suspensión definitiva de la ambiciosa maniobra estratégica.

Regresando al eje central de este apartado, su aspecto organizativo, mencionaremos que la instrucción de los hombres que se iban a ocupar del manejo de las baterías de artillería y la de las secciones de transmisiones, que también pudieran ir retrasadas, habría de estar terminada, para que el día 26 se incorporasen a sus respectivas unidades de la Brigada, ya que para adquirir dicha capacitación habían tenido que trasladarse hasta los Centros de Chinchilla (Albacete) y Castellón, respectivamente.

Biografía del primer jefe de la Brigada, Mayor Pedreño

Aun con todo lo comentado hasta aquí, la impresión general de la Brigada por parte de los jefes del Estado Mayor en Valencia, era bastante aceptable, merced a la labor intensiva y acertada del Mayor Luis Pedreño, que de momento solo estaba en comisión, y cuyo destino definitivo como Jefe de la 109ª Brigada aconsejaban que sería conveniente.

Pedreño Ramírez, Luis 50

Mayor Luis Pedreño, jefe de la 109ª Brigada Mixta.

Era un militar profesional que había nacido en Cartagena (Murcia) el 27 de marzo de 1902. Ingresó en la Academia de Infantería en septiembre de 1919, y alcanzó el grado de alférez a finales de 1921. Dos años más tarde ascendió a teniente por antigüedad, y obtuvo el cargo de capitán en noviembre de 1928. Pedreño ejerció su carrera en varias unidades militares, y destacó su paso por el Regimiento de Infantería nº 60. Al proclamarse la República se encontraba en el tercio de la Legión (Ceuta), si bien a finales de 1931 accedía a la situación de retirado por voluntad propia.

Al estallar la guerra se incorporó a las tropas republicanas, tomando el mando de las fuerzas que integraban la “Columna Guadix” en la zona de Granada. Más tarde recibió el encargo del general Martínez Cabrera, ante la petición de las autoridades de Baza (Granada), de formar e instruir un batallón de milicias, denominado “Pedro Galindo”, del que fue “elegido” comandante por aclamación de sus integrantes. De esta unidad, en abril de 1937, pasó a organizar la 109ª Brigada en Villena.

Sin embargo, apenas tuvo tiempo para dirigir esta Brigada, pues el día 13 de junio, a las pocas semanas de llegar al Frente Extremeño, fallecía a consecuencia de las heridas producidas en un bombardeo enemigo durante los combates acaecidos en la Sierra de los Argallanes alrededor de Higuera de la Serena (Badajoz).

Organización del 434º Batallón

704 50También durante el mes de abril, los hombres del 434º Batallón formado en Sax, al mando de su capitán Timoteo Reboiro Giménez, se incorporaron a la localidad de Villena, donde se unieron a las fuerzas del 433º Batallón. Componían el cuadro de oficiales de aquella unidad, el capitán de la 1ª compañía, Manuel Prieto Méndez y los tenientes Bernardino Martínez Gómez y Modesto Calle Ortega. La 2ª compañía la formaban, su capitán José Marco Gil y el teniente Marcelino Torrado Felipe. La 3ª compañía el teniente comandante Cándido Lope Iranzo. La 4ª, su teniente comandante, Enrique López Mendía y Antonio González Amo como oficial. La de Ametralladoras, su teniente comandante Juan Canet, y la Plana Mayor el teniente Cesáreo Cabañas Lizana.

Ambas unidades, a las órdenes del antes citado, mayor Agnelio Losada y del comisario del 433º Batallón, Santiago Aliques Bermúdez, embarcaron en la estación del ferrocarril en dirección a Cabeza del Buey (Badajoz) en el frente de extremeño, adonde llegaron el 28 de abril.

435º Batallón

Las compañías del 435º Batallón, actuaban realizando marchas por la carretera de Elda a Novelda, hasta las proximidades del puente del Vinalopó, y otras por la misma vía, hacia Monóvar. También se dedicaban a la instrucción con armamento y correaje en orden de combate, al que debían acudir con su indumentaria color kaki, así como al manejo de armas. Realizaron otra marcha de 15 kilómetros, cuyo itinerario los conducía por la carretera hasta Xinorlet, Hondon y Soda [¿Sonca?], y que, en un supuesto táctico, trataban de ser ocupadas por el enemigo, del cual debían defenderlas desde las posiciones que ocupaban.

A mediados del mes abril trasladaron esta unidad al Cantón Santa Bárbara, donde se le entregó a sus compañías los fusiles ametralladores y las máquinas ametralladoras a la compañía de las mismas. Hubieron de realizar otro supuesto táctico de la toma de Elda, en el cual el Batallón se suponía era el eje de ataque, estando concentrado en los Baños de Salineta [Salinetes], tratando de mantener el enlace con las demás unidades de la Brigada, regresando tras finalizar al Cantón. Completó su periodo de instrucción en tierras alicantinas, emprendiendo una marcha de 30 kilómetros de recorrido, con todo el equipo, cuyo itinerario comprendía desde Santa Bárbara al Hondón [Fondó], regresando tras finalizarla al Cantón.

El mismo día en que los dos primeros batallones de la Brigada llegaron al frente de Extremadura, el 435º Batallón recibe la  la orden de marcha por carretera con sus elementos a la estación de Sax, para embarcar en tren militar, haciéndose el transporte de todo el material en camiones. El embarque se hace sin novedad y se pernocta en Villena. A las seis de la tarde, marchaba el tren con dirección a Cabeza del Buey, siendo el punto de salida Villena.  El viaje se realizó durante la noche sin ninguna novedad.

Las fuerzas del 436º Batallón por su parte, en virtud de la orden de la Brigada, el 28 de abril salieron de la plaza de Novelda con dirección a Villena, al mando de su mayor jefe, Roberto Cereceda, embarcando en otro tren militar a las 17.00 horas, llegando a la citada plaza a las 20.00 horas, donde vivaqueó hasta las 14.00 horas del día 29, desde donde en tren militar emprendió la marcha a Cabeza del Buey, llegando el día 30 de dicho mes a la citada ciudad, donde quedó de servicio de instrucción y guarnición.

cartel 2021 mar 25 50

Videoconferencia de Fernando Barrero Arzac para la Seu Universitària de Petrer, Universitat d´Alacant, 25 de marzo de 2021

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